La sordera súbita o hipoacusia súbita es una pérdida repentina de audición a nivel neuro sensorial, por causas desconocidas, y con mal pronóstico funcional.
Fue descrita desde hace más de medio siglo; sin embargo, no ha sido posible esclarecer aún los factores etiológicos ni la fisiopatología de la misma, por ende, no se han establecido los lineamientos terapéuticos convencionales, razón por la cual continúa la búsqueda de alternativas médicas para el tratamiento, así como la investigación para esclarecer la etiología. Múltiples investigaciones hablan a favor de la terapia con oxígeno hiperbárico para el tratamiento de la sordera súbita, obteniendo mejoría total aplicando los protocolos pre establecidos dentro de los primeros 14 días desde el episodio de sordera.
¿Cómo puede el paciente beneficiarse?
Reduce la inflamación y el dolor.
Aumenta enormemente el parcial de oxígeno en el oído interno.
Angiogénesis creada después de la saturación de oxígeno.
Mejora la hemorreología y contribuye a mejorar la microcirculación.
Reduce el hemocrito y la viscosidad de la sangre total, y mejora la elasticidad de los eritrocitos.
Los efectos de la oxigenoterapia hiperbárica permite muy rápidamente aumentar la presión parcial de oxígeno en los tejidos que pudieran sufrir hipoxia.
Pese a la vasoconstricción, la oxigenación de los tejidos aumenta varias veces, permitiendo al mismo tiempo combatir el edema si este fenómeno tiene lugar.
En los protocolos para el tratamiento de sordera súbita la presión parcial de oxígeno en la sangre arterial sube hasta 1200 — 1500 mm Hg, lo que asegura una adecuada oxigenación de los tejidos hipóxicos.
Otro factor curativo importante es una rápida disminución del edema alrededor de la lesión, con la consiguiente mejoría de la micro circulación.
El oxígeno hiperbárico participa en la formación de las especies reactivas de oxígeno y de nitrógeno promoviendo la expresión de los factores de crecimiento.